A la edad de 39 años llegó el serpentinero cubano a las Grandes Ligas
Este hombre, con el doble bautizo impuesto por los fanáticos cubanos al ídolo de siempre, cumplió en el 2001 nada menos que 90 años de edad –Sagua la Grande, Las Villas, 25 de abril de 1911-, y aún dedica buena parte del quehacer diario a los trajines beisboleros.
Fuerte como el roble, campechano y dicharachero a más no poder, es la viva estampa del jodedor criollo. Conserva una memoria fabulosa, capaz de recordar hechos y anécdotas al detalle, siempre anda acompañado del puro habano, símbolo de innata cubanía.
Pasados tantos abriles, en especial, a partir del invierno de 1937, cuando el club capitalino Atlético de Cuba visitó la ciudad de Cienfuegos para celebrar dos juegos de exhibición con el equipo Casa Stany, el nombre de Conrado Marrero comenzó a sonar...
-Soy y seré siempre del campo. Allá en la finca Laberinto, junto a mis hermanos mayores, ayudaba al viejo, porque eran días difíciles. ¡Qué iba a pensar en jugar pelota ni nada por el estilo! Yo aprendí a fildear a mano limpia y ya usaba pantalones largos y hasta tenía bigote. ¿Sabes cómo aprendí a tirar curvas?: pues a naranjazos limpios.
A menudo, Marrero era invitado los fines de semana a jugar en Sagua la Grande, Isabela de Sagua y otros pueblos cercanos. Precisamente, en Isabela, en el año 1937, defendió la lomita del conjunto local contra los visitantes de la Casa Stany, cuajado de figuras como los hermanos Fleitas –Anselmo, Ángel y Andrés-, Charles y David Pérez.
-Mira, muchacho, la gente de Cienfuegos llegó con una fama tremenda. A ese equipo lo estaban esperando en La Habana para participar en el campeonato de la Unión Atlética Amateur. Y lo puedes creer, los derroté 1 x 0. Entonces, en dueño del negocio, Ricardo Peñas de Armas, me propuso jugar con ellos.
Aunque Conrado Marrero comenzó bastante tarde en la pelota organizada, al debutar con la Casa Stany consiguió balance de 10 y 7. Tal resultado contribuyó a que los representantes cienfuegueros concluyeran en la cuarta posición, antecedidos por el Hershey (campeón), Regla y Fortuna. También logró vestir el uniforme de la selección CUBA, participante en el II Campeonato Mundial Amateur, con sede en el estadio La Tropical, junto a consagrados lanzadores como Pedro “Natilla” Jiménez, Wenceslao González, Eliécer Álvarez y Tamayo Saco.
-De aquella época puedo mencionarte que lancé el segundo juego contra Estados Unidos y los vencí 13 x 3, con cinco hits permitidos. Un día antes, “Natilla” Jiménez protagonizó un inolvidable duelo con el nicaragüense José Antonio Meléndez y ganó 4 x 3.
Sin embargo, lo que nunca se me olvidará es la derrota frente al venezolano Daniel “Chino” Canónico en el partido extra del Mundial de 1941. Ellos me ligaron bien en las tres primeras entradas y nosotros solo pudimos anotarle una a Canónico, quien estaba en tarde de gala. Por suerte, al año siguiente, tomé desquite en lechada de 8 x 0 ante el mismo Canónico.
El paso del “Guajiro de Laberinto” por las filas amateurs fue impresionante y así lo confirman los numeritos. En ocho campañas (1938-1945) ganó 123 desafíos y perdió 39, incluidos tres juegos de cero hit cero carrera: Vedado Tennis Club, 11 de mayo de 1942; Universidad de La Habana, 1ro. de septiembre de 1942, y Miramar, 25 de mayo de 1945.
-En realidad, nunca me interesó firmar como profesional, pero en dos oportunidades la Unión Atlética Amateur me suspendió por participar en juegos de exhibición. La primera, cuando jugué en Camagüey, en 1943; y la otra, en 1945, por hacerlo en Santa Clara. Después de la segunda suspensión no tuve alternativas y Reinaldo Cordeiro me ofreció un contrato para unirme al club Chihuahua, en la Liga Mexicana. Ese año de 1945 conquisté el liderato de los lanzadores con 28 y 8.
El paso de Marrero a las filas profesionales en Cuba no fue en modo alguno fácil, porque al regresar de México no quisieron firmarlo los equipos Cienfuegos y Habana.
La primera experiencia como jugador rentado la recibió en el estadio La Tropical, el mismo escenario de sus grandes éxitos en los campeonatos mundiales, aunque esta vez jugó en la temporada de 1946-1947 con el equipo Oriente en el campeonato de la Federación Cubana.
Al disolverse la mencionada Federación, debido a discrepancias entre los directivos, el torneo quedó inconcluso y Marrero fue contratado por el Almendares en una lucha abierta con el Cienfuegos, uno de los clubes que meses antes rechazara hacerlo. En plena contienda invernal, Adolfo Luque, mentor de los almendaristas señaló: “Marrero es tan bueno como el mejor pitcher derecho de Cuba. Está en mis planes para el próximo campeonato”.
-Si supieras, yo recuerdo con exactitud mi debut en la Liga Cubana. El 30 de enero de 1947, Luque me entregó la bola frente al Marianao y los derroté 4 x 1. Yo estaba apunto de cumplir 36 años de edad.
El siguiente paso triunfal lo determinó su incorporación en el verano de 1947 a la Liga Internacional de La Florida (AA), donde lanzó con los Havana Cubans y ganó la triple corona de los lanzadores por balance de 25 ganados y 6 perdidos; promedio de 1,66 carreras limpias (producto de 50 permitidas en 271 innings lanzados); ponchetes (con 251 propinados) y apenas 46 bases por bolas concedidas.
La noche del sábado 12 de julio, Conrado lanzó en el Nuevo Stadium del Cerro, ante el Tampa, el cuarto juego de cero hit cero carrera de su vida.
Antes de llegar a las Grandes Ligas (1950), ya era conocido como “El Premier”, sumó a la creciente hoja de servicios el primero de los dos triunfos alcanzados en las Series del Caribe con el Almendares. En 1949 derrotó 16 x 1 a Venezuela, representada por el campeón nacional Cervecería Caracas.
-Debido a mis actuaciones durante tres campañas con los Havana Cubans (70 ganados y 25 perdidos), el señor Joe Cambria, scout de los Senadores de Washington, me propuso jugar con ellos. Cuatro días antes de cumplir los 39 años de edad (el 21 de abril de 1950) lancé el primer partido en las Grandes Ligas y con los Senadores estuve hasta 1944.
La ecuanimidad y el valor de Conrado Marrero fueron dos virtudes que muchas veces merecieron titulares en las páginas deportivas dentro y fuera de Cuba. Para los especialistas, aparte del control, los dos elementos citados le permitieron salir adelante en las situaciones más difíciles y llegar al máximo nivel en el béisbol a una edad en la que otros ya estaban retirados.
-Yo no te puedo explicar ese asunto del valor, porque ahora mismo no sé si soy valiente. Para mí no hay nada capaz de sacarme de quicio, ni de alterarme... Si perdía, mala suerte. Si me metía en complicaciones, trataba de salir. Un pitcher es un artista y su arte consiste en poner outs a los bateadores. Si hay tres hombres en bases y el cuarto en la alineación está en la caja de bateo, lo que se debe hacer es evitar que conecte. Lo principal en el lanzador es pensar...
A la edad de 47 años, después de dos campeonatos sin decisiones con el uniforme del Marianao. “El Guajiro de Laberinto” se despidió de los fanáticos cubanos, quienes a lo largo de 21 campañas como amateur y profesional siempre le prodigaron entrañable cariño. A lo largo de todo ese tiempo acumuló 351 victorias y168 derrotas.
La conversación duró unas cinco horas y el tabaco asistió en calidad de testigo silencioso, aunque en ningún momento sufrió los rigores de la candela. El reloj marca las cuatro y 15 minutos de la tarde. En los bajos de su apartamento, varios amigos reclaman su presencia para la vespertina tanda de dominó.
Sobra la despedida y, de momento, me limito a verlo jugar la primera partida. Ahora el habano sí recibe el fuego y “El Guajiro” parece moverse en su salsa. La pareja de turno es Andrés García, otro vecino de la calle San Pedro, jubilado como trabajador de Bohemia.
Pasados unos 25 minutos, el triunfo de los contrarios es evidente. Marrero tiene en la mano una ficha –el doble nueve-, mientras García aún tiene cinco cartas. La cuenta refleja una clara “pollona” de 100 x 0...
La cara de Marrero no está para bromas, pero en confianza, le digo al oído: “Bueno, Premier, ojalá se desquite”. Sin esperar respuesta me retiro del lugar y regreso a la redacción con una interrogante en la mente: ¿”Guajiro” o “Premier”?
ACTUACIÓN DE CONRADO MARRERO |
LIGA NACIONAL AMATEUR DE CUBA |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1938-45 |
183 |
148 |
123 |
39 |
1455,1 |
256 |
1118 |
500 |
1,46 |
SERIES MUNDIALES AMATEUR |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1939-44 |
21 |
7 |
10 |
4 |
100,1 |
19 |
57 |
23 |
1,71 |
LIGA PROFESIONAL MEXICANA |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1945 |
-- |
-- |
28 |
8 |
-- |
-- |
-- |
-- |
-- |
CAMPEONATO DE LA FEDERACIÓN DE CUBA |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1946-47 |
18 |
5 |
8 |
5 |
102 |
22 |
77 |
30 |
1,94 |
LIGA CUBANA DE BÉISBOL PROFESIONAL |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1947-58 |
183 |
54 |
61 |
41 |
1070.1 |
294 |
417 |
281 |
2,47 |
SERIES DEL CARIBE |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1949-54 |
4 |
2 |
2 |
2 |
25 |
4 |
13 |
4 |
1,44 |
LIGA INTERNACIONAL DE LA FLORIDA (AA) |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1947-49 |
110 |
80 |
70 |
25 |
793,1 |
143 |
586 |
142 |
1,62 |
LIGA INTERNACIONAL (AAA) |
AÑOS |
JL |
JC |
JG |
JP |
EL |
CL |
K |
BB |
PCL |
1955-57 |
34 |
9 |
10 |
4 |
215 |
74 |
124 |
83 |
3,10 |
1950-54 |
118 |
51 |
39 |
40 |
735,1 |
300 |
297 |
249 |
3,67 |
NOTA: Cuando no aparecen reflejados los datos se debe a que no existe la información. |
|